De un pequeño garaje a la gran cadena Segundo Muelle
Segundo Muelle abrió sus puertas en un pequeño garaje en San Isidro. Tan solo 4 mesas abarcaban casi todo el local de 40m2. El local fue bautizado Segundo Muelle en honor al segundo muelle de San Bartolo, un lugar muy importante para su fundador, donde pasó gran parte de su adolescencia.
Gracias a la sazón y la creatividad en los platos llegó la oportunidad de crecer, pronto abrirían locales en Conquistadores, Canaval y Moreyra y Miraflores, las mejores zonas comerciales de Lima. Esto ayudó a que Segundo Muelle se convierta en una marca sólida y reconocida, lo que la ayudaría a seguir creciendo, no solo en el Perú sino también internacionalmente. Ahora cuenta con locales en Panamá, Ecuador, Portugal, España y Costa Rica, dejando en alto el nombre de la cocina peruana.